La red es una posibilidad de informar de qué manera se puede construir un mundo distinto al que nos ha planteado el sistema político-económico internacional. El libro Recipes for Disaster: an anarchist coockbook, cuya traducción sugerida sería Recetas para el desastre: un libro de cocina anarquista es una especie de manual de 624 páginas publicado por el colectivo CrimethInc, en diciembre de 2004.
Curiosamente Recetas para el desastre no cuenta todavía con una traducción impresa en español. En México solo una de las grandes cadenas de librerías lo ofrece en su versión original a la venta, pero no en anaquel ni a la vista del público. La compra se hace exclusivamente por Internet. El título alude al Libro de cocina anarquista, publicado en 1971 por William Powell quien lo escribió para protestar por la guerra de Vietnam y después se arrepintió de haberlo escrito. Este era más bien un catálogo de fabricación de armas caseras con bajo presupuesto, muy adecuado para el sistema de guerrillas y terrorismo básico usado desde los años 50, 60 y 70, que hoy, en definitiva, resultaría pobre en conceptos de organización y filosofía, e inclusive rústico para las necesidades de individuos y gobiernos que buscan mayores aptitudes políticas, morales y cívicas. Crimethinc lo criticó, argumentando que no fue realizado por anarquistas; no deriva de la práctica anarquista, no tiene por objeto promover la libertad y la autonomía o desafiar el poder represivo: Es apenas un recetario de armas caseras muy poco confiables. A lo sumo, se trató de un fraude, una parodia, y en el peor de los casos, un intento de socavar la legitimidad de la práctica anarquista y conducir a los lectores a lastimarse.
Cocina Del Anarquista.pdf
No obstante, y acá sí que viene la distorsión, hacer una búsqueda de William Powell como autor arroja casi 56 mil entradas de Internet. Ninguna tiene que ver con estos textos edificantes. Por el contrario, todas se refieren al Libro de cocina del anarquista (The Anarchist Cookbook). Y la verdad es que detrás de ese título quizás se encuentre un Necronomicón moderno. Su advertencia al lector puede dar una idea de las proporciones del gato encerrado:
Conviene hacer un alto acá para formular la pregunta que dicta la lógica: El del Libro de cocina del anarquista es el mismo William Powell de los estudios sobre inteligencia emocional? La respuesta podría ser sí y no. Mucha atención con lo que sigue, porque el relato quizás se cuente entre uno de los pasajes más oscuros de la historia reciente de Norteamérica. Esto no se afirma en cuanto al tremendismo habido las páginas citadas, sino por los alcances de un libro escrito en cuatro meses por un autor crispado que para entonces contaba con sólo 19 años.
Dicen que despechado por la idea de ir al frente, el muchacho decidió llevar la guerra a su país. Su modus operandi de tan sencillo parece una mentira: fue a la biblioteca pública de la ciudad de Nueva York, y allí se dio cuenta de que podía consultar los manuales militares sin siquiera pedir permiso. Así que se dispuso a dibujar a pulso y a copiar paso a paso recetas para crear nitroglicerina, TNT, silenciadores de pistolas, lanzagranadas, drogas y decenas de artilugios de combate desde la cocina de mamá.
Este correlato del sueño americano luego se bifurca en muchos deltas. Powell consigue publicar el Libro de cocina del anarquista después de una treintena de rechazos editoriales. Atolondrado, firma un contrato desigual. Se casa, se aleja del texto, se hace papá y se convierte a la religión anglicana. Ahí nace el Powell ejemplar, el pedagogo que comienza a estudiar el tema de la educación y de la inteligencia emocional. También nace el Powell que cede todos los derechos de autor del Libro de cocina del anarquista por 10 mil dólares. Y, vale decirlo, muere al nacer el posible Powell multimillonario, el que ve cómo su creación llega a más de 2 millones de copias vendidas sin recibir un centavo de esa maquinaria capitalista que aún parece solazarse en cierta justicia divina.
No sólo eso. William Powell, ese nombre que firma la tapa negra del recetario, es quien cargaría con las culpas y el remordimiento de tragedias como las de la escuela secundaria de Columbine, la del tiroteo en el cine de Aurora, la de la preparatoria de Araphoe y la del atentado de Oklahoma City. En esos, y muchos otros episodios de esta guisa, los perturbados se ayudaron con el Libro de cocina del anarquista para elaborar sus explosivos desde la comodidad del hogar.
El Libro de cocina del anarquista ahora es un bestseller con miles de ejemplares vendidos y entradas en Youtube, en donde adolescentes hacen estallar bombas entre el regocijo de sus pandillas. La paradoja es bastante macabra: el pedagogo que se preocupa por los jóvenes es al mismo tiempo el autor de un manual utilizado para matar en las escuelas.
Cada quien asume sus derrotas como puede. Powell lo hizo refugiándose en un pueblito de la Francia más recóndita: Massat. Allí no quiso saber de nada. Vivió en una casa burguesa. Sus vecinos? Hippies viejos que, al fracasar en el mayo francés, se recogieron en el mismo lugar. Ninguno lo reconoció al cruzar las calles de la aldea. En Amazon aún se puede conseguir un ejemplar del Libro de cocina del anarquista por menos de 20 dólares. Algunos compradores se quejan de que no es la versión original, de que algunas recetas fueron alteradas por el FBI para que no pasara nada al prepararlas o para que la bomba explotara junto con un terrorista en potencia con el fin profiláctico-social de evitarse broncas futuras.
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